El cuidado de la salud en el México prehispánico fue sobresaliente en los pueblos mesoamericanos, su enfoque era preventivo y sus acciones aprendidas desde niños, ya que la atención de los enfermos recaían sobre la familia.
Existían especialistas que diagnosticaban el problema de salud, decidían la terapéutica e indicaban a la familia, la atención que el enfermo requería, entre los Mexicas, denominaban Tacitl a éstos “médicos”. Tlamaqueticitl se llamaba a la partera, a ella se encomendaba desde la atención prenupcial, los cuidados prenatales, del parto, el puerperio y la atención del niño.
La conquista de México vino a desarticular la estructura económica, política y social de las culturas americanas, amenazándolas casi con la extinción a consecuencia de la guerra, la explotación, los malos tratos y sobre todo, las epidemias que azotaron a la Nueva España, lo que obligó a los conquistadores a construir hospitales junto a los conventos religiosos, así, hombres y mujeres actuaron como “Enfermeros”. Ya en las cofradías sin tener conocimientos, o en los hospitales para españoles cuando se tenían conocimientos médicos, adquiridos y practicados desde antes de la conquista.
El crecimiento de la población inmigrante y el desarrollo de la vida económica, requirió la incorporación del sexo femenino al mercado de trabajo; en 1798 se abolió en la Nueva España la prohibición de que la mujer trabajara, así se empleó como lavandera, cocinera, hilandera y maestras; entre otras, por lo que las actividades de enfermería fueron quedando en manos de mujeres, los hombres se incorporaban a la minería, agricultura, construcción y el estudio de profesiones que les aseguraban un mayor prestigio social.
La práctica de las parteras, mostraba una amalgama de procedimientos prehispánicos, judeocristianos y negros, donde la magia, la religión, los conjuros y la herbolaria se mezclaban con su experiencia y compromiso social. Su ejercicio era libre en función de las necesidades de la comunidad a la que prestaban sus servicios como partera, yerbera, curandera o adivina. Su actividad se modificó en función de la práctica médica a partir del establecimiento del Protomedicato de Ciencias Médicas, después llamado Colegio de Medicina.
Finalmente se puede decir, que tanto en el campo educativo como en el de prestación de servicios, el desarrollo de la enfermería se ha visto influenciado por el modelo Nightingale y por los cambios políticos, sociales y económicos ocurridos en los pueblos desde el inicio del siglo XX.
Algunos acontecimientos influyeron directa o indirectamente en el sistema de atención que se impartía y en las funciones de quienes la proporcionaban. En la primera mitad del mencionado siglo, las dos guerras mundiales incrementaron la demanda de enfermeras, propiciaron el desarrollo de las técnicas quirúrgicas y de curaciones requeridas en el frente de batalla, así como la legislación general y la particular de la profesión.
Al iniciar el siglo XX, el médico necesitó formar enfermeras porque con la expulsión de las órdenes religiosas, ya no contaba con atención cristiana y gratuita para sus enfermos; en 1902, se efectúo el primer curso básico para enfermeras, estableciendo como requisito previo de estudio el cuarto año de primaria.
En 1907, la enfermería evoluciona de manera acelerada en relación a un mercado de trabajo que demanda puestos por cubrir; a partir de eso, la enfermera pierde su autonomía e ingresa a un mercado cautivo subordinada a grupos de poder hospitalario. En este año se formaliza la educación de enfermería, al fundarse la primera escuela reconocida, que exigía como requisito de ingreso el certificado de primaria completa y se desarrolla con sede en el Hospital General de México. La orientación práctica es hacia el hospital, pues se considera en esos momentos dominante a pesar se sus grandes deficiencias.
En 1922 una de las prácticas más destacas de la enfermería fue en el campo de la salud pública al implementarse un programa de saneamiento ambiental, su desempeño era como “visitador domiciliario” y se creo la Dirección de Enfermeras de la hoy Secretaría de Salud y la enfermera asume funciones de gestión y liderazgo.
En 1929, la UNAM pone en marcha el plan de estudios de la carrera de enfermería y obstetricia con duración de cinco años. En 1935, se establece como requisito previo para estudiar enfermería, los estudios de nivel secundaria.
En 1941 el Plan Nacional de Gobierno, propone como indicador nacional, una enfermera por cada cinco mil habitantes. Logrando la Secretaría de Salubridad y Asistencia, el indicador de una enfermera por cada siete mil habitantes.
De 1945 a 1955 La Ley General de profesiones incluye a la enfermería dentro del catálogo de las profesiones. Se crean las Jefaturas estatales de enfermería dependientes de la S.S.A. y se establecen nuevos centros de salud con personal profesional en varios estados de la República Mexicana, entre ellos Jalisco.
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